A partir de las cinco y media de la tarde arrancaba en La Terraza del…
MARINERA ¿de Cartagena?
MARINERA ¿de Cartagena?
Sé que estoy entrando en terrenos pantanosos cuando hay distintas versiones en litigio. Y, como todo es relativo, hay que ir al fondo del asunto.
Estoy hablando de la tapa por excelencia, suficientemente conocida y llamada MARINERA.
Decimos que, todo es relativo porque, si nos vamos al diccionario de la RAE, vemos que, los términos: QUE, QUIEN, CUANDO y DONDE, son, los dos primeros, pronombres relativos y, los dos últimos, adverbios relativos.
Lo que decía, todo es relativo.
Estamos en CARTAGENA, a finales de los años 70 y principios de los 80 del siglo pasado y, una zona muy determinada, cercana al Puerto, al Cuartel de Instrucción de Marinería y al Arsenal, recogía cada dos meses la incorporación de aproximadamente, unos mil marineros de reemplazo, además de las tripulaciones y dotaciones de los barcos y distintos establecimientos de la Marina Española que, cuando salían de paseo, por estar francos de servicio, paseaban y consumían por los bares de la zona. Estamos hablando de, la Plaza de José María Artés; la Calle Bodegones; la Calle de San Agustín; la Plaza del Rey; la Calle Mayor; etc.
En esas calles y plazas existían bastantes bares, pubs y casas de comida donde se comía o tapeaba muy bien, yo diría que bastante bien y, a un módico precio.
Y los establecimientos de entonces eran bastante conocidos por aquella marinería de reemplazo y, como no, por todos los ciudadanos de aquella época.
Recordemos, entre otros, El Rincón de Pepe; La Obrera; El Mesón; El Papas; La Cazuela; El Pico Esquina, etc.
Ya hemos definido CUANDO: Finales de los 70 y principios de los 80 y, también, DONDE: Aledaños del Cuartel de Instrucción, Arsenal y Puerto.
El QUÉ es obvio. Es nuestra MARINERA y, el QUIEN, es decir, quien dio nombre a esta espectacular tapa, está claro, la MARINERÍA destinada en Cartagena.
Pero vamos a investigar, para no caer en fallos o errores garrafales que anulen este estudio de investigación. […]
¿Cuál ha sido la línea de investigación?
En primer lugar, contactar a través de conocidos, con los profesionales que, aun siguen, de aquellos locales mencionados al principio de este estudio y, hablar con ellos, indagando sobre el término MARINERA.
Y, acerté con esa línea de investigación.
Entre las personas que he podido contactar, me he encontrado con antiguos empleados del Bingo de la Calle Mayor o, del Bar del Casino, llamado en aquel tiempo, “La Cazuela”, de los primeros trabajadores que tuvo “El Pico Esquina” cuando abrió allá por el año 1982. Pepe y Valentín Delgado en la Sala y Carmelo en la cocina. Por cierto, Valentín, que es de Barcelona, regenta actualmente el Bar Calatrava, de la calle Almirante Baldasano, frente al Corte Inglés y, me confesó que, le tocó hacer la mili en la Marina y fue destinado al Submarino S61, “DELFÍN”, pero, se enamoró de esta ciudad quedándose aquí, y se casó con su novia de toda la vida, afincándose en Cartagena.
Pero vamos a lo que importa.
Hagamos un repaso, no exhaustivo, por las cartas de los restaurantes mencionados.
–CATALÁN. – Cuando los marineros de reemplazo catalanes pedían su pan, tumaca i pernil, (es decir, pan con tomate y jamón), al final, aquellos camareros e, incluso, los clientes, cambiaron el nombre de “pan con tomate y jamón”, como un catalán.
-MALASOMBRA. – Jamón, hueva y aceite de oliva. Parece que, a priori la mezcla de jamón y hueva tiene algo de malasombra, pero no, todo lo contrario. Es cuestión de márketing.
Y, el GLORIA BENDITA, que está formado con tocino, ajos tiernos y aceite de oliva. Nada que decir. Tocino con ajos tiernos es gloria bendita. Han acertado en el nombre.
Es obvio que, el origen de la MARINERA es parecido al de los montaditos anteriormente nombrados, pero sigamos.
De testimonios totalmente fiables, tanto de camareros de aquellos tiempos como de marineros de entonces que, por cierto, en Cartagena somos unos cuantos, les cuento lo siguiente:
Un grupo de marineros de la base de submarinos de entonces, estaban almorzando en uno de esos locales mencionados y, normalmente pedían una ración de ensaladilla rusa y unas cuantas roscas de pan (las de toda la vida), con las que, a modo de cuchara cogían una porción de ensaladilla rusa.
Un marinero llegó con cierto retraso y, sus compañeros ya habían dado cuenta del manjar. Se dirigió al camarero y, le pidió que, en una rosquilla le pusiese una porción de ensaladilla y, este camarero al ver la cara de ganas de ese chico así hizo y, para contentarle, le colocó encima una anchoa.
Lo que fue un hecho, se transformó en leyenda, dando lugar a la creación de nuestra magnífica y exquisita tapa, LA MARINERA.[…]
Fuente: https://www.cartagenaactualidad.com/marinera-de-cartagena/